El Pertiguero

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La Tertulia

ENTRE COFRADES: «Queridos Reyes Magos…» por Adrián Zurera de la Peña

Adrián Zurera de la Peña.- Los más pequeños ya han escrito su carta a sus Majestades los Reyes Magos de Oriente o la están ultimando a falta de colocar los últimos regalos en su lista. El niño que hay en mi interior –no dista del que hace escasos años- no pide otra cosa por Navidades que un amor universal y haciendo referencia a nuestro año litúrgico, misericordia en este mundo de locos que vivimos. En mi particular carta a los Reyes Magos también pido por esa Pasión que a todos nos conmueve, esos días donde al compás de un solo de corneta unos costaleros portan a Cristo triunfante en Jerusalén.
Porque… ¿Quién no desea ver otra vez un paso en la calle, oler a azahar todo el año o a incienso? Pero para eso, y como se le dicen a los niños pequeños, hay que ser bueno y ¿nosotros lo hemos sido? Me temo que no, hemos sido en más de una ocasión egoístas, pensando solo en el bien individual, el bien particular de nuestra persona, para llegar a ser Hermano Mayor de nuestra cofradía, comandar un paso o simplemente para portar a nuestros Titulares en algún traslado. Hemos sido más de una vez rencorosos con nuestros hermanos, donde solo hemos pensado en nosotros, dándonos igual pisotear u ofender y ahora pensamos en nuestros “regalos”, en ser otra vez más costalero de nuestros Titulares, llevar esa “medallita” de capataz, mayordomo, diputado de cofradía, celador… Solo en nuestra conciencia queda y quien en ella no la tenga, al tiempo cada uno se pone en su lugar. En la vida no todo vale…
En estas fechas os invito a recapacitar y aún más estando en el Año de la Misericordia. No me canso de repetirlo, debemos de vivir en hermandad y como tal, ayudar al prójimo pensando siempre en el bien común y el bien de nuestra sociedad, atreviéndome a decir que ahora es cuando más lo necesita.
Para acabar mi particular carta a sus majestades me gustaría pedir, aunque no hayamos sido del todo buenos, una nueva cuaresma llena de ilusión y lágrimas que todos aquellos derraman al contemplar a su Cofradía en las calles, haciendo gala de nuestra fe.

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