Las efemérides de las hermandades no son un asunto baladí, son un motivo para estar orgulloso de ello. Echamos la vista atrás y gracias a esa fecha somos conscientes de todos los buenos frutos que hemos cosechado, gracias al buen hacer de nuestros antecesores. Aquel 12 de febrero de 1898 dio paso al fin de una etapa convulsa, llena de vicisitudes en las que las fuerzas flaquearon unas cuantas veces, para dar paso a una etapa de esplendor que se escribiría con letras de oro en la Historia de la Hermandad del Desconsuelo. Se hizo efectiva la reorganización de la Hermandad del Desconsuelo, un hecho que se llevaba anhelando desde el año 1867, todo ello gracias al empeño de un grupo de hermanos que apoyados por el entonces párroco de San Mateo, consiguieron remontar la vieja Cofradía del Desconsuelo. A esta situación se hubo de sumar el beneplácito del que por aquel entonces regía los destinos de la iglesia de Sevilla, el Arzobispo Marcelo Spínola y Maestre, actualmente Beato camino de ser elevado a los altares, quien dio con su firma la correcta aprobación de las ordenanzas presentadas en el mes de febrero de 1898.
Todos los elementos que sucedieron de una forma u otra, dieron paso a la historia de la Hermandad que con mucho celo se encuentra custodiada en sus archivos, para que de ninguna manera podamos caer en el olvido de nuestro pasado y así seguir construyendo un futuro en el que avancemos juntos como propagadores de la Palabra de Dios. Por eso hemos de dar Gracias por estos 125 años, amén de estar orgullosos de ello.
Guillermo Pastor Pérez
Hermandad del Desconsuelo
