La publicación en la jornada del pasado martes de la respuesta por parte de Monseñor Rico Pavés acerca de la petición realizada por el Consejo que preside José Manuel García Cordero, solicitando la celebración de dos procesiones magnas, ha dado lugar a un nuevo espacio al que se insta al máximo organismo cofradiero a la organización de un evento que tenga como eje central la figura de la Madre de Dios.
Será por tanto una sola procesión multitudinaria y en la jornada de prácticamente un año, casi también el mismo tiempo que transcurrirá entre esta celebración y el que debe de ser el gran evento Mariano en la ciudad: la Coronación de la Virgen de la Estrella.
Y hablamos de nuevo espacio o etapa distinta, porque la realidad es que la actual permanente tiene la sartén cogida por el mango, en el marco de la responsabilidad que debe de presuponer la concesión y la conciliación en torno al pleno de Hermanos Mayores que son los que tendrán que decidir el formato, el número y las formas, características que se antojan, formarán parte de un intenso debate entre los máximos responsables de nuestras cofradías.
Lejos de caer en sensacionalismos, los cofrades debemos entender que una cita de estas características debe presuponer que no todo vale y ceñirnos al verdadero motivo de está salida.
Cada uno en su casa sabe lo que tiene y hasta donde puede llegar, pero lo que si debemos de tener claro es que esta oportunidad que nos brinda nuestro Obispo, debe ser aquella que nos acerque más a María, la Madre de Dios y corredentora. Porque ahora es el momento de hacer ver a todo el Mundo que Jerez de la Frontera, es la ciudad de María.
